La mañana comenzó, cerca de las ocho, el desayuno acordé con la recepción del hotel tomarlo a primera hora. Así que tras la ducha para despertar fuí a por el desayuno.
Tras recoger las cosas y saldar las cuentas con el hotel (que me indican que me bajaron el precio de la habitación), la chica de recepción me comunica que la fábrica de mi bicicleta Cannodale, está en el polígono del pueblo, me indicó la dirección y me pasé a verlos. No ha sido difícil encontrarlos, he pasado con ellos una hora y media , me han atendido genial, unas muchachas que hablan castellano, Isabel y Naya, me ofrecido solucionar cualquier problema con la bici, y me preguntaban que me hacía falta para la bici, y han intentado buscarme unas cubiertas concretas que les he pedido, me han mostrado la fábrica, han tenido varios detalles, un bolso de sillín, una multiusos, una camiseta, y lo.mejor me decían, el abridor de botellines de la marca, han sido muy agradable el rato en la fábrica de cannondale, todos muy simpáticos, y con gestos de cierta complicidad, al estar yo utilizando y viendo su producto directamente.
Al salir compré unas cubiertas para la bici para colocarlas cuando pasen unos cuantos de cientos de kms y continué mi.marcha por estos carriles bicis que me han dejado prendado con su entorno y sus miles de usuarios que a diario me acompañan..
De Holanda pasé Alemania y vuelta a Holanda para acabar en Eindhoven, donde he pasado la noche en un hotel que me ha costado encontrar, finalizando el día con 184 km.
Buenos días, Salud y pedal!!!
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